El Aberdeen no levanta cabeza
El Deportivo Aberdeen volvió a perder y ya son cuatro las derrotas consecutivas. Queda lejos ese esperanzador mes de septiembre cuando los de Antonio González se llegaron a situar en la zona noble de la tabla clasificatoria y los ánimos del club de Mirasierra estaban intactos. Los aberdinistas rememoraron a los de campañas anteriores y cayeron por 3-2 ante unos combativos Red Devils en lo que ya comienza a convertirse en rutina.
El choque empezó con un ritmo frenético de los jugadores, sin duda conscientes de que este encuentro era vital para las ambiciones de ambos conjuntos. Sin embargo, las jugadas de ataque, algo imprecisas al principio, no traspasaban la media luna rival. El Aberdeen parecía tener controlado el juego hasta que una falta señalada en la frontal de su área causaría el primer tanto local. El libre directo fue botado por Colucci, cuyo potentísmo chut rozó en la barrera y se coló tras tocar en el palo, ante lo que nada pudo hacer un bien colocado Pablo Arjona.
El Aberdeen se supo rehacer de este contratiempo y empezó a combinar con criterio en la medular, permaneció serio en defensa y supo ensanchar el campo. Precisamente tras uno veloz trotada de Antonio González por banda derecha vino el gol de los de Mirasierra, cuando el diez aberdinista tuvo la pericia de introducir el balón por el primer palo, en vez de asistir a un desmarcado Jésus Niño. Pero es que la virtud de los genios radica en que hacen lo que nadie se espera de ellos. Tras el gol, el encuentro se volvió mucho más trabado y la táctica reemplazó a la improvisación inicial, con lo que los jugadores se marcharon a vestuarios con tablas en el electrónico.
La segunda parte no pudo comenzar peor para los aberdinistas, ya que un barullo en el área tras un córner propició el segundo tanto de los Diablos Rojos, para desesperación del meta Arjona. Y es que las jugadas a balón parado se están convirtiendo esta tamporada como el verdadero talón de aquiles del Aberdeen. Poco tiempo iba a pasar hasta que los rossoneros volvieran a empatar el encuentro. Esta vez llegó de las botas de Paz, que parecía que tenía la pólvora mojada, puesto que no marcaba desde allá por el mes de septiembre. El tanto, de bella factura, estuvo precedida por una jugada personal del nueve aberdinista, que, aunque estuvo romo en ataque durante todo el encuentro, logró percutir con precisión el balón que se introdujo por la izquierda del portero local.
Con las tablas, el encuentro estaba abierto y cualquiera de ambos equipos podría llevarse los tres puntos a la buchaca. Pero fiel a la tradición aberdinista de perder casi todos los partidos, el tanto rojillo no tardaría en llegar. El gol lo facturó Bustamante después de caracolear habilidosamente dentro del área rossonera y chutar un disparo cruzado ante la inútil salida del jugador más mediático del Deportivo Aberdeen, Pablo Arjona.
Así pues, el club mirasierro cosecha su cuarta derrota consecutiva, por lo que es urgente una reacción inmediata. Y que mejor manera de hacerlo que ante uno de los gallitos de la categoría, Wilkos, que llegará la próxima jornada muy mermado por las bajas causadas tras unos desagradables acontencimientos ocurridos antes de que comenzara el Red Devils-Deportivo Aberdeen